COMENTARIO DE TEXTO: "LA SAETA"

TEMA: El rechazo del feligrés a admitir la creencia tradicional de la religión y defensa de la suya propia.

RESUMEN: El poema se introduce con una saeta popular. Al comenzar el feligrés que canta describe al cristo al que está cantando, seguido de un rechazo a cantarle pues no es en el que cree.

ORGANIZACIÓN DE IDEAS: El texto se inicia con una saeta anónima de 4 versos. Luego, el autor escribe el poema dividido en 16 versos.
Respecto a la estructura interna podemos separar el texto en 2 partes:
-Primera: Versos 1-12: El feligrés describe al cristo al que canta y la religiosidad popular.
-Segunda: Versos 13-16: El feligrés rechaza cantar al cristo porque no es en el que cree.

COMENTARIO CRÍTICO: Este poema es La Saeta de Antonio Machado. Es uno de sus más famosos poemas porque refleja el sentido religioso que defiende. Antonio Machado se sirve de una saeta popular para iniciar su saeta y dar pie a su cantar. Empieza describiendo a ese Jesús al que canta, el de madera, al que todo llora y reza. en otras palabras, el Jesús tradicional que todo el mundo conoce por la Semana Santa. Sin embargo, en la última estrofa, Machado rechaza cantar, no quiere cantarle a ese cristo. en cambio, quiere cantar al cristo de La Biblia, un cristo propio, suyo. Según él, "el que anduvo en la mar".
¿Qué nos quiere decir el autor con esto? Machado defiende un concepto de religión que nada tiene que ver con el tradicional. El autor tiene un concepto de religión que contrasta con el que la gente conoce. Tiene un sentido más místico, más espiritual, menos físico. Rechazará otra forma de fe.
Este tema es uno de los más cultivados por Machado. El choque de conceptos religiosos estará muy presente en las obras sobre todo de la segunda y tercera época, perteneciendo este a la segunda. Además, es normal en Machado que termine con un verso al final que siempre tenga un doble sentido místico o espiritual. en este caso, un cristo que anduvo en el mar. El mar, para Machado, era el símbolo de lo infinito, del final de todo. Esto aumenta más el sentido místico y espiritual de la obra de Machado, y de su concepto religioso. Como hemos dicho, él defendía una creencia propia de religiosa, más íntima, la infinidad de Cristo era un aspecto que él defendía con frecuencia.
Aunque Machado sirvió a los ideales republicanos, y aunque la Iglesia se alió con el bando nacional, Machado creía en la religión cristiana y en la fe, claro que desde su punto de vista, no desde la perspectiva católica.
La mayoría de la población cada vez va distanciándose más de la religión cristiana actualmente. A pesar de que no faltan fanáticos de todas las creencias, la sociedad va cada vez haciéndose más escéptica, y la religión se mira con otros ojos. Las personas hoy día tienen un concepto de religión más abierto y popular, pero manteniéndose todas sobre la misma base, pruebas son la cantidad de ramas que tiene el cristianismo hoy día: la Iglesia protestante (aunque sea más antigua), evangélica, etc.
Machado no era especial en su tiempo. Más autores de su época también criticaron los ideales de la Iglesia de su tiempo, y no sólo en lírica, sino también en narrativa, como Pío Baroja en El árbol de la ciencia, donde Andrés, el protagonista, se siente incomodo por la vida y rechazará los ideales establecidos de la Iglesia.
Todos estos autores giran entorno al anticlericalismo, y aunque hay otros autores que también entienden la religión a su forma, como Unamuno en San Manuel bueno, mártir, no dejan de rechazar el ideal eclesiástico del momento.
En resumen, Machado, con este poema, rechaza el ideal religioso del momento y lo contrasta con el suyo. Irónicamente, este poema se ha convertido en uno de los himnos más populares de la Semana Santa, cuando lo que realmente defiende es todo lo contrario.