COMENTARIO CRÍTICO:
Este fragmento pertenece a la obra Los
girasoles ciegos, escrita por Alberto Méndez. Este libro de
carácter narrativo es bastante actual ya que fue publicado en 2004.
está dividido en cuatro capítulos, en los que cuenta en cada uno de
ellos una historia diferente, con personajes nuevos, pero todos los
capítulos están conectados con la historia de algún otro.
Alberto Méndez, narra en este libro
historias sobre la posguerra española, en el que trata diferentes
temas, y uno a destacar es el que se puede ver en este fragmento;
¿morir, o matar por los ideales?
El protagonista de este fragmento,
muestra sus ideas, y es que no cree que nadie deba ser perseguido por
sus ideales.
Nadie debe temer a pensar de forma
diferente a los demás, si no hubiese habido personas con diferentes
ideas seguiríamos atascados siempre en un bucle del que no podríamos
salir. Hace falta opiniones e ideas diferentes sobre una cosa para
poder ver que es lo que está bien o lo que está mal y llegar a un
acuerdo para que, aunque no sea todo el mundo, la mayoría esté de
acuerdo (aunque no siempre la mayoría sea lo más justo).
Por otra parte la libertad de
expresión juega un papel muy importante en la vida, esto es un
derecho que debería tener todo el mundo y que no lo tienen muchas
personas. Como en el texto se puede ver, la falta de libertad de
expresión tiene mucha repercusión en las personas, ya que estás se
ven obligadas a acatar lo que otros digan sin poder rechistar ni una
sola palabra o incluso, como el protagonista de este libro, se ven
obligados a renunciar otro de sus derechos fundamentales, y es que
vivir encerrado no es vivir.
Un claro ejemplo de que la vida es
fundamental vivirla con libertad y alegría es La vida es bella.
Esta obra está inspirada en la guerra de la Alemania nazi, la
mayoría de la obra está contada desde el punto de vista de los
judíos en los que se ve un claro sentimiento de vacío, pero ahí
está el protagonista, un hombre con otra forma de pensar, un hombre
alegre y lleno de energía tan solo para hacer felices a las personas
a las que quiere. Quizás si Guido, el protagonista, aunque solo
fuese un personaje de la ficción no hubiese sido personaje si no
hubiese pensado diferente a los demás, o Anna Frank no hubiese
escrito un diario si hubiese optado por sufrir callando. Si estos
personajes, ya sea en la ficción o en la vida real no hubiesen hecho
cosas diferentes a los demás probablemente ahora no sabríamos
quienes son.
Todo esto es un
claro ejemplo de que si todos vamos hacia un profundo pozo y nadie se
atreve a decir que vamos directo a caernos, por mucho que todos lo
pensemos seguiremos hacia adelante y nos caeremos todos juntos.
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