sábado, 22 de noviembre de 2014

Comentario crítico del texto de Miguel de Unamuno, San Manuel bueno, mártir

En este fragmento de San Manuel Bueno, mártir de Miguel de Unamuno se observa una característica muy común de la novela de la generación del 98, la cual es la angustia existencial que refleja el autor a través de los personajes, en este caso en don Manuel ("Todas las religiones son verdaderas en cuanto hacen vivir espiritualmente a los pueblos que las profesan, en cuanto les consuela de haber tenido que nace para morir..."). En esta época hay una crisis de los valores tradicionales, en este fragmento habla de la religión, provocando un sentimiento pesimista y de crisis existencial como bien se aprecia en el texto de Unamuno.

En el fragmento predomina el estilo indirecto del diálogo entre don Manuel y Lázaro. Don Manuel trata de convencer a Lázaro de que, aun habiendo perdido su fe, nunca se lo confesará al pueblo. El cura no quiere que las personas  caigan en depresión y en angustia al no saber que les deparará la muerte, sin embargo, diría que la posición más acertada hubiese sido transmitirles sus nuevas ideas y pensamientos a cerca de la religiones y que cada uno hubiese decidido a qué aferrarse.

tanto como para un ateo como para un agnóstico, las religiones son tan sólo un consuelo ante la idea y la incertidumbre de "qué vendrá después", al igual que piensa don Manuel ("Y esto hace la iglesia, hacerlos vivir"). Por otro lado, para los creyentes la religión es algo sagrado y sin duda representa la salvación de sus alma, aunque dudo que, con los conocimientos actuales, alguien pueda permitirse el lujo de creer y confiar fielmente en la una doctrina, y mucho menos en la iglesia. Don Manuel lo dice claramente, la verdad puede ser dolorosa y hay quiénes la aceptan y quiénes se tapan los ojos para no verla una teniéndola delante.

Bajo mi parecer, la verdad tiene que por delante y aunque sea mucho peor que la mentira no creo que haya que tener miedo a "gritarla en medio de una plaza", como dice don Manuel, ya que todos, al fin y al cabo, solo escuchan lo que quieren escuchar y el resto solo lo oyen. 

No hay comentarios: