lunes, 15 de diciembre de 2014

San Manuel Bueno, Mártir.

Estos fragmentos pertenecen al libro San Manuel Bueno, Mártir, escrito por Unamuno. Este autor pertenece a la Generación del 98, generación marcada por la falta de creencia en los valores tradicionales, la incapacidad de la ciencia de hacer feliz al hombre y el rechazo a los valores burgueses.

Trata sobre un cura de pueblo que sin procesar fe la predica a los feligreses para que estos sean ignorantes, y por ello felices. Pero esto crea una encrucijada constante en su interior, pues ello está matando a su alma ya que en el fondo sabe que su obra no es correcta. Que deben aprender a vivir sin necesidad de envolverse en un mundo sostenido por pilares de arena.

Precisamente este fragmento trata de la confesión de Don Manuel a Lázaro, un español progresista que representa al anticlericarismo ¿Por qué de su confesión? Porque sin ella, Lázaro no le habría ayudado a llevar su cruz puesto que él accede al ver el bien que una mentira le hace al pueblo. Precisamente, también es la confesión de Lázaro a su querida hermana menor, quien considera lo que están haciendo un sacrilegio y sigue creyendo en Dios. No hay más ciego que el que no quiere ver.

Todavía el mundo está sostenido por pilares de arena, aunque cada vez más personas dudan de la iglesia y de su palabra, llevando su fe a otros estilos de vida e incluso a depositarla sobre si mismo. La humanidad no está preparada para que terminen de destapar la mentira, pero poco a poco los cimientos se van volviendo de hormigón. Aunque esto depende, claro está, del punto de vista de cada persona.

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