lunes, 15 de diciembre de 2014

COMENTARIO CRÍTICO: TEXTO DE SAN MANUEL BUENO, MÁRTIR

Este texto procede del libro "San Manuel bueno, mártir" de Miguel de Unamuno. En él, Lázaro rememora las palabras que le dijo Don Manuel acerca de la verdad y la religión.
Don Manuel era un sacerdote de pueblo, que no creía demasiado en Dios ni en la religión en sí, pero defendía que la religión servía para dar un sentido a la vida a los hombres o, como dice más adelante, para dar la ilusión de la que vivan las personas.
Don Manuel, como no cree en la religión, no desea que la gente de su pueblo sepan esta verdad, porque si tuviera que decirla, el pueblo no podría vivir con ella. en cambio, el desea que se les cuente una mentira. No sabrán la verdad, pero por lo menos serán felices.
Hay un largo y amplio debate sobre esta cuestión: ¿Es preferible que se sepa la verdad, aunque sea demoledora? ¿O que te cuenten una mentira y estés más tranquilo y vivas felizmente con ella?
Esta misma pregunta ya la hacían en la película Mátrix: ¿Píldora azul, o roja? Si eliges la roja sabrás la cruda verdad. Puede ser que a lo mejor no puedas vivir con ella, pero ya sabes la verdad. En cambio, si eliges la azul, seguirás viviendo en tu inocencia con tu engaño. Podría ser que la verdad fuera peor o mejor que la mentira pero, ¿Quién sabe?
El mismo Platón reflejaba este hecho en su famoso mito de la caverna. Aquella personas que viven en su interior vivirán en un mundo diferente al real y no serán felices. Sin embargo, aquella persona que sale al exterior y observa el verdadero mundo que le rodeaba será más sabia, conocerá la verdad y, sobre todo, será feliz. Claro que esto puede tener distintos matices, ya que aquella persona que es ignorante suele ser más feliz que la sabia, pues sus preocupaciones son menores.
Un punto de vista contrario es el de Don Manuel, ya que él cree que no sabiendo la auténtica verdad el pueblo seguirá viviendo felizmente y con ilusión. Así, además rompe con el dicho de que esta vida es un valle de lágrimas para conseguir otra eterna.
Por otro lado, Don Manuel dice más adelante que cualquier religión es verdadera, y sin ir más lejos esto es totalmente cierto. Para una civilización determinada que crea en una divinidad determinada, creerá que es totalmente cierta y real. Cualquier extranjero que traiga nuevas creencias a ese territorio, contrastarán con la del lugar y no le creerán. Además, tomarán sus creencias como falsas.
Lo mismo pasaría al contrario.
Otra cuestión es que una determinada civilización o religión imponga sus creencias e ideales sin piedad y rechazando los demás, como fue el caso de la religión católica al llegar a América. Al llegar los españoles al continente americano impusieron sus creencias y como única religión verdadera el cristianismo católico. Todo esto por supuesto sin respetar ninguna de las anteriores.
Pero a su vez pasa con el Islam, en los países donde el Islam es oficial no se permite otro tipo de creencia, bajo fuerte castigo.
Todo esto es lo que Unamuno, en boca de San Manuel, refleja en el libro. La pregunta de si es mejor saber la verdad o vivir con la mentira; y la idea de la religión como método para dar sentido vital a las personas y sus posibles manifestaciones para cada cultura.

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