miércoles, 22 de abril de 2015

Valle Inclán


Luces de Bohemia

Este fragmento es fácilmente reconocible gracias a que no se trata de un drama sino de un esperpento. Por ello no hay lugar a dudas de que pertenece a la obra Luces de bohemia, escrito por el célebre dramaturgo Ramón María del Valle Inclán. Precisamente, en este fragmento Valle Inclán introduce su idea del esperpento gracias a las voces de los personajes Max Mala Estrella (protagonista) y su sabueso Don Latino (lazarillo).

¿Pues qué es el Esperpento? Como bien dice el texto, es como si te observaras en un espejo cóncavo. Esto se puede experimentar facilmente en casa con una cuchara sopera. Si lo haces verás que en una cara sales perfecto y en otra cara deformado, "incluso las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas" dice Max. La cara en la que causa la deformación es la cóncava. Esto quiere decir que la realidad Española es como si la miraras en un espejo cóncavo, es decir, la realidad en España está deformada, nada es como debería ser; Es una deformación grotesca de la civilización europea. Una definición exacta de Esperpento es: género literario que se caracteriza por la presentación de una realidad deformada y grotesca y la degradación de los valores consagrados a una situación ridícula. Como dice Max: "el sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada."

¿De dónde viene esta idea? Como aparece en el diálogo el primero en representarlo es Goya con sus cuadros negros: con colores oscuros y sombríos y temas  siniestros, fantasmagóricos y sórdidos: brujería, aquelarres, violencia, personajes siniestros... La España de su época (principios del siglo XIX) queda retratada en su vertiente más horrible.

Valle pertenecía a la famosa generación del 98, la generación que incorpora a sus obras la preocupación por España y una reflexión sobre la esencia de la misma basada en su tradición histórica y cultural. Por ello es lógico que mostrara una mayor comprensión de la realidad, que la viera con otros ojos (representado aquí con el protagonista ciego, ya que se dice que pueden ver con el alma) ¿Qué mejor que el teatro para mostrarle a la población la verdadera realidad? A quien no le gustase leer en su época le gustaría ir a ver representaciones, podría decirse que era el cine de su época, además tendría una gran repercusión social debido a sus críticas que abrirían la curiosidad de los más escépticos.

¿Pero realmente hay una única verdad o la verdad es un conjunto de todas las percepciones, como decía Ortega y Gasset? No todo es blanco o negro como lo pinta Valle, sino que la vida tiene matices y diferentes tipos de pinceladas que crean la circunstancia; y en su obra incluso el personaje, de fuerte ideología, acaba quebrándose y perdiendo una parte de si mismo al aceptar el dinero del ministro. Además tampoco se libra de rasgos irónicos: su mujer y su hija pasando penosidades y el se gasta el dinero con una ligereza impropia de un cabeza de familia. Dudo que la realidad de su época fuese tan grotesca y dolorosa sino que solo veía lo que quería ver, no se fijaba en los pequeños detalles que adornan la vida y nos dan una razón por la que sonreir.

Ahora es incluso más dificil ver las cosas tan radicalmente, hay tantos puntos de vista diferentes creados por los ciudadanos críticos que no es tan simple catalogar lo grotesco. De todas formas, la sociedad en la que vivimos mejora día a día gracias a la culturización de la población, volviendola más tolerante, más solidaria. España está en buen camino porque estamos asentando una buena base.




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