jueves, 23 de abril de 2015

COMENTARIO DE TEXTO: TEXTO DE "LUCES DE BOHEMIA"

TEMA: La definición de esperpento como visión verdadera de la realidad española.

RESUMEN: En un amanecer frío, Max y Latino conversan acerca de la realidad que viven, concluyendo que es el esperpento, o la deformación de la civilización europea, y lo compara con una deformación en un espejo cóncavo de las ideas tradicionales. Entonces Max decide escribir tomando esta realidad como elemento más importante.

ORGANIZACIÓN DE IDEAS: Este fragmento es un trozo de la obra Luces de bohemia, concretamente de la escena XII. Consta de una acotación y de 43 intervenciones. Respecto a la estructura interna podemos dividirlo en las siguientes partes:
-Primera: De la primera intervención a la 15. Podemos observar las siguientes ideas:
        -Conversación entre Max y Latino sobre la temperatura ambiente y la venta de la capa de Max,           en una situación preagónica.
-Segunda: De la intervención 16 a la 42. Se distinguen las siguientes ideas:
        -Definición de la realidad que viven: El esperpento.
        -Definición del esperpento: Deformación de la civilización de Europa.
        -Comparación del esperpento con la imágenes formadas en espejos cóncavos.
        -Determinación de Max de escribir siguiendo esta realidad.

COMENTARIO CRÍTICO: El fragmento corresponde a la obra Luces de bohemia, de Valle-Inclán, que como sabemos, es uno de los mayores exponentes de la crítica a su época. El esperpento era la palabra que definía mejor esa época negra, plana y convulsa que vivía España cuando se escribió esta obra. Una sociedad grotesca y sin sentimientos en la cual los sabios no eran respetados y solo los ladrones y sinvergüenzas triunfan.
En medio de este panorama se encuentran Max Estrella, apodado Mala Estrella y su fiel amigo Latino de Hispalis. Max es un poeta ciego, muy sabio, al que acaban de despedir de su trabajo. Vive con su mujer y su hija y es un hombre comprometido socialmente e idealista.
Por otro lado, Latino es un ser grotesco y medio animal, materialista y que se toma pocas cosas en serio. Es un fiel amigo de Max, su lazarillo, o como dice en un momento de la historia, su perro. Se lleva muy mal con la familia de Max y no duda en robarle la cartera a su amigo cuando este más lo necesita.
La historia comienza en la casa de Max, cuando recibe la visita de Latino y se van en busca de un librero para arreglar cuentas sobre unos libros que ha malvendido Latino. De ahí van a la taberna de Pica Lagartos, donde Max intentará comprar un décimo de lotería pero no podrá, para ello tendrá que vender la capa, posiblemente uno de los culpables de su muerte. Al no tener capa, Max se muere de frío en la calle, pese a haberle pedido a Latino la suya.
En su viaje se encontrarán con unos modernistas, a los que Valle no deja en muy buen lugar. Debido a un griterío, y a una reciente manifestación de tipo antigubernamental, a Max lo detienen y lo encarcelan. En el calabozo conocerá a un preso anarquista catalán con el cual Max entablará una pequeña conversación. Tal vez sean el preso y Max, aparte de Rubén Dario (de quiñen hablaremos más adelante), los personajes menos afectados por la crítica de Valle.
Gracias a la ayuda de los modernistas, Max consigue salir de la cárcel. como consecuencia decide ir en búsca del ministro de gobernación, que resulta ser amigo suyo. el ministro es un hombre hipócrita, que se alegra de ver a Max, y que tras escuchar a Max decidirá darle una pensión que Max aceptará. Máximo Estrella, hombre íntegro de ideas, termina por corromperse a causa del dinero. El esperpento llega a todas partes.
En este viaje Max se reunirá con el propio Rubén Darío, a quien el autor deja en buen lugar. Tampoco afectará la crítica a unas prostitutas con quien Max y Latino hablarán y que el autor dignifica. Curiosamente, el autor deja en mejor lugar a aquellos personajes que consideramos de una escala más baja.
Al amanecer, Max y Latino conversarán acerca de la sociedad que les rodeas. Acaban de presenciar el episodio de la madre con el niño muerto, que marcará profundamente a Max. En este instante se encuentra el fragmento que comentamos. Aquí es dónde se define la obra.
El esperpento es la visión de la realidad, la única forma de verla. La sociedad europea es decadente en esta época, pero en España es aún peor, y como consecuencia ha dado el esperpento. Recordemos que en esta época se dio la conocida como crisis de final de siglo, que junto con el desastre del 98, propició la creación de la Generación de 98, a la que Valle-Inclán pertenecía. Esta obra, y sobre todo este fragmento, es el reflejo de la insatisfacción y angustia existencial que se dio en esa época.
en esta parte, Valle-Inclán habla a través de la boca de Max, aclarando el esperpento y comparándolo con la formación de imágenes en espejos cóncavos. Para Valle, España es la deformación grotesca de lo tradicional, los héroes y normas clásica, al mirarse en esos espejos, han dado los valores esperpénticos.
Este es el episodio final de Max. El ciego se duerme y muere de frío, sin recibir ayuda de Latino, que le roba la cartera con el décimo justo antes de morir. Su funeral será de lo más austero, con la asistencia única de Rubén Darío y del Marqués de Bradomín, personaje inventado por Valle que ya aparecía en otras obras.
Viendo la época del libro, no es raro encontrar en otros autores libros con misma temática. Pío Baroja, en El árbol de la ciencia también creó un personaje incomprendido que luchará por los mismos valores que Max, que igual que él, terminará muriendo. Otro autor más optimista, pero no menos crítico, que fue Antonio Machado, plasmó en El mañana efímero una visión repulsiva y violenta de España, aunque el tenía la esperanza de que acabara.
y no solo en ese tiempo se dieron esas condiciones. Tristemente, hoy día nos encontramos ante una situación similar. Es triste pensar que un libro como éste se amolde tan bien a la época actual. No es de extrañar que Valle-Inclán, si viviera no solo hubiera inventado el esperpento, sino que además se hubiera quedado algo corto con ello.

1 comentario:

P. Pedrosa dijo...

Creo que me he ido demasiado del texto.