Organización:
Este
texto que nos habla sobre la dictadura y la democracia como sistemas de
gobierno y se puede separar en tres partes:
- Se nos introduce al texto hablando sobre Mandela como ejemplo a seguir de político:
a. Primero se nos dice que tras la muerte de este
gran personaje nos interesa todo lo que lo rodeaba.
b. A continuación se nos expone las causas, que
son la necesidad de creer en lo que representa a este personaje, un luchador
que no odio a sus enemigos y que no se corrompió.
- 2 En esta parte se nos dan los argumentos que se basan en la desconfianza actual en la democracia. También se nos exponen los motivos de estas desconfianzas:
a. La democracia pierde
credibilidad en todo el mundo debido a los abusos y a la hipocresía.
b. Esto tiene como consecuencia la
posibilidad de caer en una dictadura como mejor opción.
c. Aquí se da la valoración de la
autora, que critica los males de la dictadura ya que en estas no se pueden
denunciar los abusos.
- 3 Se expone la tesis “La democracia es el sistema menos malo”. Aunque se debe seguir luchando por mejorarla y no es imposible ya que Mandela lo demostró.
Resumen:
En este texto la autora empieza poniendo a Mandela como ejemplo e un gran
personaje político a seguir. Continúa diciendo que la democracia pasa por malos
momentos debido a la pérdida de credibilidad que está sufriendo actualmente y
que se empieza a pensar en la dictadura como una forma de escape. Pero la
dictadura tiene mayores males que la democracia ya que en estas los errores o
el daño que se cometen ni tan siquiera se pueden denuncia. Finaliza diciendo
que cree que la democracia es el mejor tipo de sistema de gobierno que existe
por el momento, pero se tiene que seguir luchando por mejorarla, tal y como
demostró Mandela.
Tema:
La posible mejora de la democracia sin recurrir a sistemas dictatoriales
siguiendo a Mandela como ejemplo.
Comentario
crítico:
Este
texto comienza haciendo referencia a Nelson Mandela, un grande, que como se
dice en el texto fue “un político que honró a la político”. La autora dice que
le extraña que incluso habiendo transcurrido un tiempo tras su muerte sigan
lloviendo las necrológicas.
Esto se
debe a que ha sido uno de los pocos y excepcionales políticos que hizo bien su
trabajo, que fue un buen político, sin doblegarse ni caer en la tentación de la
corrupción. Un trabajo que a pesar de lo que creemos es mucho más complejo de
lo que aparenta, ya que no es simplemente poner en entredicho todo lo que dice
y hace la oposición y realizar propuestas y promesas sin fundamento para
conseguir meterte a la gente en el bolsillo como le sucede a algunos que hacen
promesas sin explicar cómo las lograrán. Ser político, un buen político, es
proponer soluciones explicando el camino razonado para conseguirlo, de esta
menare la oposición en lugar de dedicarse a rebatir tus aportaciones sin
contemplarlas, debería a portar su punto de vista y ayudar a eliminar los
errores de los planes, de igual manera que deben seguir rebatiéndolos sino se
consideran viables, para poder evitar que el error se cometa antes de que sea
irremediable.
Ese es
un buen político, que se preocupa por todos, que tiene una visión más amplia
del mundo, más allá de su familia. Así era Mandela, por eso no causa rechazo “la
catarata de páginas necrológicas”, porque era un ejemplo seguir y todos
deberíamos lamentar su pérdida.
Ante esta
visión de la política alguien debería observar que lo que es la salvació9n para
unos, es la perdición para otros. Por eso en ocasiones puede resultar
verdaderamente difícil llegar a un acuerdo y por consiguiente lo mejor es que
sea uno solo el que tome las decisiones.
Esta sugerencia
se podría responder de una manera fácil. 1º ¿Cómo se escoge al que tome las
decisiones? Porque no es tan fácil como señalar a alguien al azar para hacerlo,
ya que debe ser una persona cualificada para tal cometido, que soporte la
presión y tome buenas decisiones. ¿Seguro que esa persona será un buen político
como Mandela? ¿O por el contrario se dedicará a lanzar promesas sin
fundamentos? También se debe tener en cuenta que esa persona salvo milagros de
la vida, no será conocedora de todas las respuestas. Por este tipo de problemas
es por lo que se piensa que lo que expresa la autora es correcto: “La
democracia es el sistema menos malo”, ya que al menos tiene en cuenta la opinión
de todas las personas. Por consiguiente se llegará a la verdad como afirmó
Ortega. De modo que hasta que no se alcance un sistema de gobierno distinto a
los ya existentes, de momento la democracia, aunque sigue sin ser una buena
opción, sí que es la mejor.